Comprá
garbanzos lindos, esos grandes.
Dejar en
remojo una noche. Cambiar el agua y hervir mucho tiempo con sal, que
esten blanditos. Hay gente
que le saca la piel que se separa al hervir; a mí me da fiaca, y me
sale bien igual.
Lo dejas
enfriar.
Licuar en
superlicuadora, o multiprocesadora; yo uso el mismo agua donde los
cociné. Calculás
la cantidad de agua alternando con jugo de limón.
El
secreto del humus es la tehina (pasta de sésamo) que le metes adentro unas
buenas cucharadas. La tehina tambien chupa líquido, así que verás
por consistencia y gusto: agua o limón.
Le
agregas ajo y perejil; yo le pongo bastante ajo. Si lo querés verde,
mucho perejil. Le tirás
aceite de oliva, un chorro, después afuera otro chorro, cuando lo
servís. Sal y
pimienta, paprika, perejil arriba, y listo.
Muy
rico...