Más de 200 artistas
plásticos solicitan
en un petitorio una pensión para Marotta
Publicado en la revista La Maga, 10 de junio de 1992.
En estos días será
entregado a la Secretaría de Cultura de la Nación un petitorio firmado por
más de 200 plásticos, por el cual se solicita que le sea concedida una
pensión graciable a Vicente Lucas Marotta, un artista que desde 1986 se
encuentra internado en el Hospital Nacional Borda. En el diagnóstico de su
internación se señalaba que el paciente sufría un "síndrome depresivo" y
que constituía "un peligro potencial para sí y para terceros".
En 1989, los artistas Juliano Borobio y Pedro Roth se enteraron de
casualidad de la situación de Marotta y decidieron -junto con Hugo Monzón
y Pier Cantarnessa- asistirlo en su lugar de internación, ya que se
encontraba en un virtual estado de abandono. A fines del año pasado, en el
espacio que el Museo Sívori tiene en el Centro Cultural Recoleta, se
realizó una exposición destinada a recaudar fondos.
Esa muestra, en la que entre otras obras se expuso la escultura Bebete piú
latte, de Marotta, hizo que muchos artistas se enteraran de lo que estaba
ocurriendo y se interesaran por la situación.
A pesar del diagnóstico que en un principio se le realizó a Marotta, que
recomendaba la continuidad de la internación, los que lo visitan
regularmente señalan que existe una evolución comprobable en el estado del
artista.
De todos modos, hubo marchas y contramarchas en el expediente. En 1987, el
juez nacional de primera instancia Raúl Ponce, a cargo del caso, resolvió
mantener la internación y ordenar al director del Borda que realice
informes cada seis meses sobre la evolución del Marotta. En una de las
fojas del expediente se señalaba también que era "conveniente a corto
plazo la externación, para evitar el deterioro producido por la enfermedad
y el hospitalismo".
La esposa de Marotta se presentó al juzgado y se comprometió a hacerse
cargo del tratamiento ambulatorio del paciente. Esto ocurría en enero de
1988; en el expediente no figura -entre febrero de ese año y diciembre del
91- ninguna constancia de que se hubiera hecho algo por el interno, ni por
parte del juez, ni por los médicos del Borda y, tampoco, por parte de
Margarita Aurora Díaz de Marotta.
En diciembre del año pasado, Borobio -que es abogado- solicitó el
expediente. El juez, por su parte, ordenó un informe médico sobre el
estado del paciente, en el que, entre otras consideraciones, se dice que
Marotta puede salir de su internación si cuenta con un ambiente "familiar
afectiva y materialmente continente".
Los plásticos que se movilizaron en ayuda de Marotta -ex integrante del
Grupo Cayc, creen que, con la pensión graciable (que significa unos 700
pesos) y la colaboración económica de aquellos que puedan aportar dinero
será posible trasladar al artista a una clínica donde reciba mejores
cuidados.
Entre los firmantes del petitorio están Heredia, Dowek, Solano, Colombres,
Cáceres, Aizenberg, Norberto Gómez, Zuik, Macció, Polesello, González Mir,
Portillos, Solano, Castilla, Ricardo Roux, Roth, Borobio, Peralta Ramos y
muchos otros artistas de diferentes partes del país. |